viernes, 14 de febrero de 2014

¡VENGANZA! (¡y feliz día cursi!)

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Primero, quiero saludar a mi bella, hermosa, divina y fantástica thayCVB porque ella es la única razón por la que celebro esta excusa de fiesta comercial (sí, soy otra más de esas cínicas). Le debo un regalo bien especial, que seguro no será ni la mitad de lo bueno que ella se merece, pero mientras tanto déjenme contarles una historia distinta. Una historia de pasión, traición, conspiraciones secretas y desilusiones.
Iniciamos con una escritora, una más de las miles de hay cuya mayor fantasía en su vida no es encontrar un hombre perfecto e inalcanzable, tampoco convertirse en el próximo hit de nada y mucho menos gastarse millones de dólares en cirugías plásticas para ser una barbie humana, sino algo mucho más simple: publicar lo que saliera de sus tripas, como hijo de carne y hueso, para compartir con otros ese pedazo suyo.

Con tal de llevar a cabo su sueño tan anhelado, la escritora se inscribió en un convocatoria de relatos con temática romántica dedicados a San Valentín. Ahora bien, su problema era que a ella el romance le costaba mucho. Escribir sobre decapitaciones, sexo sucio y depravado entre machos, eso siempre estaba a la orden del día. Asesinatos, violencia, sangre, desde luego. ¿Pero el romance? Difícil. No estaba en su ser entregarse tan fácil a una trama en la que ni siquiera podría poner una escena de cama divertida y algo sadomasoquista. ¡O siquiera el uso de algunas buenas palabrotas! Pero ella, siempre teniendo en mente que era una oportunidad tan buena como cualquier otra para ver su nombre incluido en un libro de papel y tinta electrónica, se sometió a las reglas como mejor pudo. Escribió un cuento tal como lo requerían y lo mandó.

 Este fue el resultado de su primera aventura con el género rosado. 

Su pecado fue la ingenuidad. Verán, a ella sí le gustaba cierta clase de romance. Pero no ese donde los personajes viven declarándose su amor o llorando por la pérdida de este. Donde parece que la vida de susodichos personajes empieza y termina con sus parejas, dando a entender que son lo único realmente importante en la vida. A la escritora le daba asco ese tipo de literatura: le parecía un recurso fácil de escritores poco inteligentes destinados a enganchar tontas o a personas listas que quisieran descansar de sus cerebros por un rato. 

¿Qué mérito tenía algo así? Para ella, ninguno. De ahí que su amor sólo lo engendraran las historias donde casi todo, o al menos lo más importante, estaba más en lo que no se decía, en el subtexto, en los gestos. Ese en el que, aunque no lo vea escrito con negritas, el lector capta lo que se cuenta porque él lo siente y sabe que ciertas cosas no tienen palabras de todos modos. Una mirada indiscreta, una palabra inconsciente. Algo tan mundano y ordinario como un abrazo. No es necesario gritar lo que se puede expresar tan fácilmente. Esa fue la idea que guió a la escritora en cada paso de la escritura. Quizá no tuvo tanta eficacia como ella habría querido, pero realizó el esfuerzo. 

Pero después del mal trago, la escritora se dijo que no le hacía falta entrar al modelo establecido, rosado y clichoso de otras personas que escriben "tegnológicas" sin que les duela nada. Decidió que si su trabajo no era apreciado en un lugar, en vez de gastar tiempo y energía tratando de modificar algo que sabía no podría cambiar sin sentirse ultrajada, falsa, hueca, mentirosa, ella iría a otro sitio donde la recibieran con los brazos abiertos. 

¡El mundo es tan grande y amplio! Sólo debía buscar. El templo al que acabó parando fue la convocatoria del blog RBC IN WONDERLAND DESIGNS (el mismo que realizó Noches de Halloween y con el cual se había sentido tan satisfecha) acerca del mismo día, pero dando una libertad mayor respecto a la trama. Un final feliz cubierto de flores no era necesario, lo que de por sí le quitaba un tremendo peso. Probó suerte, entonces, enviando el único trabajo que tenía de momento acerca de San Valentín: Le festin. Y fue aceptado.

 -Libro 

Así que, para hacer partícipe a cuantas personas fuera posible de esta venganza personal, la obstinada escritora tomó el link donde podía leerse el libro online y lo repartió por los cuatro rincones de su mundo virtual. Nunca olvidando destacar la inmensa belleza de la portada y la dedicación encomiable que se ha dado en sacar este proyecto a la luz. La escritora se dijo, una vez más, que no debía perder de vista a ese sitio. 

_libro(2) 

Hacían un trabajo de puta madre, se dijo la escritora, porque creía que no se podía expresar tanta admiración sin decir palabras malsonantes. Habría sido una falta de respeto. Pero eso no fue todo lo que la escritora quería. Ella era ambiciosa, verán, y no estaba contenta con aparecer en un sólo libro mientras sus enemigos, esa gente que por motivos injustos hizo a un lado su trabajo, aparecía en otro también. 

Así, todavía llena de sed por sangre hirviente para hacer ricas papas fritas, con los pies muy firmes (pero algo lentos) corrió a inscribirse en una convocatoria del todo independiente de la primera, donde tampoco pretendían encasillar el amor literario bajo una misma y única forma. No, ahí ya estaban contentos mientras versara sobre el día cursi. 

De modo tal que la escritora se lanzó a la tarea de escribir un nuevo cuento, pero ahora, sin el yugo de ese caramelo asexuado ahogándola, lo hizo contenta, con sus correspondientes elementos de terror y dedo al medio a todas las amantes tontas del género rosa. Que no las listas, que a esas seguro les resbalaba. Lo tituló "Las fantasías no existen".

 Portada Antología1 

La escritora, claro está, también tomó el link donde se lo puede descargar gratuitamente para repartir a todas las almas de su reino. Y a las dos personas que no creyeron que ella podía participar en su libro, les envió, así, un mensaje importante:

 YouSuck 

Y para sí misma, quien siempre sería su receptora más valiosa.
 fuck 
Y a los que seguirán diciendo que la escritora no podía conseguir lo que sea que ella quisiera, les soltaría siempre:
 amqeo4 

Colorín colorado, esta historia ha terminado.

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